n balance agridulce presenta el sector del gas licuado del petróleo al terminar el 2024. Mayores importaciones, precios al alza, subsidios desfinanciados y falta de reglamentos técnicos son el resultado de una gestión deficiente.

La ineficiencia del gobierno del cambio y su desdén por el sector energético también han golpeado al gas licuado del petróleo (GLP). A la menor oferta de producto por parte de Ecopetrol, lo que ha aumentado las importaciones, se suma que el sector se quedó sin reglamentos técnicos, pues el Ministerio de Minas y Energía los dejó vencer y no se ve luz en el corto tiempo.

Estos son los aspectos más negativos con los que cierra el 2024 el sector del GLP en Colombia.  

Efectivamente, mientras en años anteriores Ecopetrol suministraba el 85% del total del GLP que consumen los colombianos, en 2024 redujo su participación al 67%, lo que obligó al aumento de las importaciones con el consecuente impacto en los precios al consumidor.

Recordemos que en el país hay 3,2 millones de hogares que usan GLP, lo que representa cerca de 12 millones de personas, especialmente de los estratos uno, dos y tres.

“Y aunque el país tiene la capacidad portuaria para traer el producto importado, la situación no es de desabastecimiento sino de precio, porque el producto importado tiene un precio mucho más alto que el producto nacional”, señala Sara Vélez, directora Ejecutiva de la Asociación Gremial Colombiana de Comercializadores de Gas (AGREMGAS).

Ese aumento se ha visto reflejado en que un cilindro de 40 libras que costaba $68.000 en 2022 hoy está en $74.000, un incremento del 9%. Y en la media que aumenten las importaciones va a seguir aumentando el precio.

Para 2025, Vélez cree que la situación va a ser muy similar a la del segundo semestre de 2024, con unas importaciones de alrededor del 20% de la oferta.

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